El amianto, también conocido como asbestos por su nombre en inglés, ha sido un material ampliamente utilizado en diversas industrias a lo largo de la historia debido a sus excepcionales propiedades aislantes y resistentes al calor. Sin embargo, su impacto en la salud pública ha provocado una creciente preocupación, llevando a su regulación estricta y, en muchos casos, a su prohibición total.
Este artículo proporciona una visión exhaustiva del amianto, explorando sus características, los diferentes tipos y los riesgos para la salud que puede acarrear su manejo
Índice
1. ¿Qué es el amianto?
El amianto es un término genérico que se refiere a un conjunto de minerales metamórficos fibrosos y de composición química variable. Estos minerales son silicatos de diferentes metales, incluyendo magnesio, hierro y sodio.
Las fibras de amianto son extremadamente duraderas, resistentes a la mayoría de los productos químicos, no conductores de electricidad y tienen una alta capacidad de aislamiento térmico y acústico.
2. Tipos de amianto
El amianto, como hemos dicho, engloba varios silicatos diferentes. En este artículo nos centraremos en las 6 variedades que recoge el Real Decreto 396/2006 de acuerdo con la identificación admitida internacionalmente del registro de sustancias químicas del Chemical Abstract Service (CAS).
Estas 6 variedades del amianto se clasifican en dos categorías princincipales basadas en la morfología de sus fibras: serpentinas y anfíboles, como podemos ver en la tabla de abajo.
Crisotilo (amianto blanco)
Amosita (Amianto Marrón) y Crocidolita (Amianto Azul)
Otras variedades
Materiales con Amianto: friabilidad
Se denomina “Material con Amianto” (MCA) a cualquier material al que se le haya añadido deliberadamente amianto en su composición.
Para identificar el tipo de amianto que está presente en un MCA es necesario realizar un análisis en un laboratorio. Aunque se conozca el color del mineral, puede estar mezclado con otros materiales, no siendo fiable únicamente este factor.
La característica más importante en los materiales con amianto es la friabilidad, es decir, la capacidad que tiene un material de liberar las fibras que contiene al ambiente. Este factor aumenta a medida que el material envejece, se deteriora o se rompe.
Al aumentar la friabilidad aumenta el riesgo potencial de la exposición a este cancerígeno.
Así, podemos clasificar los materiales con amianto en dos categorías:
- Friables: materiales que pueden ser disgregados o reducidos a polvo con la acción de una mano
- No friables: materiales que para ser reducidos a polvo necesitan herramientas mecánicas.
3. Riesgos para la Salud Asociados al Amianto
El amianto es reconocido principalmente por sus efectos perjudiciales en la salud respiratoria. Las fibras de amianto pueden inhalarse fácilmente y alojarse en los pulmones, causando inflamación, fibrosis y, eventualmente, enfermedades graves.
La principal vía de exposición al amianto es la inhalación de fibras en el aire, que puede ocurrir durante la manipulación de materiales que contienen amianto, especialmente si no se toman las medidas de seguridad adecuadas. La exposición también puede ocurrir a través del contacto directo con el material durante su extracción, fabricación o eliminación.
Una vez que las fibras de amianto se inhalan, pueden penetrar profundamente en el pulmón, donde su estructura fibrosa y durabilidad química les permiten permanecer durante largos períodos, causando daño tisular crónico y reacciones inflamatorias.
4. Enfermedades relacionadas con el amianto
El amianto ha sido vinculado con una serie de enfermedades graves, predominantemente pulmonares y algunas cancerígenas. La exposición a las fibras de amianto, especialmente a largo plazo, aumenta significativamente el riesgo de desarrollar estas condiciones.
Asbestosis
La asbestosis es una enfermedad pulmonar crónica y no cancerosa causada por la inhalación de fibras de amianto. Las fibras provocan cicatrización en el tejido pulmonar (fibrosis pulmonar) que impide la respiración normal y dificulta la oxigenación de la sangre.
Los síntomas incluyen dificultad respiratoria, tos persistente y fatiga. La asbestosis es una condición progresiva que puede empeorar con el tiempo y no tiene cura conocida.
Mesotelioma
El mesotelioma es un tipo raro pero muy agresivo de cáncer que afecta la membrana que recubre el pecho y el abdomen (mesotelio). Aunque el mesotelioma es relativamente poco común, su relación con la exposición al amianto es muy alta.
Este cáncer puede demorar entre 20 y 50 años en desarrollarse después de la exposición inicial a las fibras de amianto.
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es otra grave enfermedad asociada con la exposición al amianto, y su riesgo se incrementa notablemente en personas que fuman.
El cáncer puede surgir directamente por la irritación mecánica que las fibras de amianto causan en el tejido pulmonar.
Otras enfermedades pulmonares
Además de las anteriores, la exposición al amianto puede causar placas pleurales, engrosamiento pleural y derrames pleurales, que aunque no son cancerosos, pueden afectar la función pulmonar y causar síntomas respiratorios.
5. Desamiantado y Gestión de residuos
El proceso de desamiantado, es decir, la eliminación segura del amianto, es crítico para prevenir la exposición a las fibras de amianto durante las renovaciones o demoliciones de edificios antiguos.
Esta retirada de los materiales contaminados debe ser urgente e inmediata si estos materiales cumplen alguna de las siguientes características:
- Han llegado al final de su vida útil
- Han sufrido desperfectos, daños o roturas
Cuando un MCA esté en buen estado y no presente riesgo de liberación de fibras , su mera presencia no indica necesariamente una situación de riesgo. Por ello, la legislación permite que puedan seguir instalados y en uso mientras dure su vida útil.
Retirada de amianto
La retirada de amianto debe ser llevada a cabo por profesionales capacitados y certificados. Incluye el aislamiento del área, el uso de métodos de control del polvo, y la disposición adecuada del amianto en sitios de desechos autorizados.
Estos profesionales están sujetos a una estricta normativa y deben estar inscritos en el RERA de su comunidad autónoma. Además, deben contar con medios de protección, tanto individual (EPIs) como colectiva (unidades de descontaminación de amianto).
Gestión de residuos
Los materiales que contienen amianto deben ser embalados en contenedores sellados y etiquetados adecuadamente antes de su disposición. El traslado y gestión debe ser realizada por profesionales autorizados, no pudiendo ser realizada por particulares.
La disposición y tratamiento final de los materiales con amianto debe ser llevada a cabo en vertederos autorizados para residuos peligrosos o con autorización expresa para gestionar residuos con amianto.
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